Esta es la imagen de Códice Mendoza donde se representa el glifo de México en el centro del Anahuac

Esta es la imagen de Códice Mendoza donde se representa el glifo de México en el centro del Anahuac
El águila está sustentada en el nopal. La tuna, fruto del nopal, representa el corazón humano, y por lo tanto es una representación de la creencia azteca del sacrificio humano y ofrenda del corazón para garantizar el don de un nuevo día.

27 de febrero de 2008

Pluralismo Lingüístico y medios de Comunicación.

Lilia Vélez Iglesias. 21 Febrero 2008. Foro Lenguas Maternas. Nadie podría negar el papel central que los medios de comunicación desempeñan en las sociedades contemporáneas: a través de ellos se difunde información y se discuten los asuntos de interés colectivo, constituyéndose así en el nuevo espacio público, entendido como “el marco mediático gracias al cual el dispositivo institucional y tecnológico propio de las sociedades posindustriales es capaz de presentar a un “público” los múltiples aspectos de la vida social. (Ferry y otros,1998) Esta definición implica el reconocimiento de que sólo las discusiones o deliberaciones (sobre temas de interés de la colectividad) que son difundidas –a través del entramado mediático- a un público amplio, disperso geográficamente y heterogéneo, más allá del grupo que impulsa el debate, participan realmente del espacio público, o dicho de otra manera, la difusión a través de canales masivos de la expresión de las opiniones es condición indispensable para que éstas se incorporen al espacio público social. Hay que aclarar que hoy en día el llamado “público” no se limita a los miembros de una comunidad nacional sino la humanidad toda, tal y como lo ha dicho Ferry: “En el marco de representación que proporciona el espacio público a las sociedades humanas, las sociedades civiles, políticamente delimitadas por las fronteras de Estados –naciones, no obstante penetran sin problema unas en otras, de modo que el espacio público no es sólo el lugar de la comunicación de cada sociedad consigo misma sino también, y quizás ante todo, el lugar de una comunicación de las sociedades entre sí”. (1998) Asimismo, es menester reconocer que en los medios se construye el presente social y se formulan muchas de las representaciones que del mundo, de nosotros mismos y de los otros, tenemos. “La comunicación de masas es simultáneamente un fenómeno discursivo y social. Los signos son un sistema humano primario de interacción con la realidad, que entran en un proceso continuo de producción de significado, el cual sirve para construir la realidad, en cuanto esfera de actividades culturales, económicas y políticas” (Jensen en Israel, 2001) En este sentido, no son pocos los autores que han resaltado, el papel definitivo que los medios masivos tienen hoy en la en la consolidación o no de las identidades culturales y en la integración o el rechazo social. Algunos estudiosos, como Ball Rokieach y De Fleur, han destacado como un importante porcentaje de las llamadas audiencias o públicos “llegan a depender de los recursos informativos de los medios de difusión para su conocimiento/orientación hacia lo que está sucediendo en su propia sociedad” (Israel, 2001) En este contexto, una de las “instrucciones” que algunos miembros de las audiencias esperan de los medios de comunicación, según revelan investigaciones, tiene que ver con el “cómo comportarse con grupos marginales, como los minusválidos, las minorías étnicas o ciertos grupos socioeconómicos, con los que tienen poca experiencia y apenas contacto”. (Israel, 2001) Cabría preguntarse, con el pretexto de la celebración del Día Internacional de las Lenguas Maternas, qué papel han jugado los medios de comunicación mexicanos en el menosprecio, invisibilización y hasta en la desaparición de lenguas originarias, o en la discriminación de los hablantes de éstas, por ejemplo. Como podemos ver no es casual que en la lucha por el reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de nuestro país, los medios de comunicación jueguen un papel fundamental. Así por ejemplo, en el artículo 6 de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, promulgada en 2003, se establece que: “El Estado adoptará e instrumentará las medidas necesarias para asegurar que los medios de comunicación masiva difundan la realidad y la diversidad lingüística y cultural de la Nación Mexicana. Además, destinará un porcentaje del tiempo que dispone en los medios de comunicación masiva concesionados, de acuerdo con la legislación aplicable, para la emisión de programas en las diversas lenguas nacionales habladas en sus áreas de cobertura y de programas culturales en los que se promueva la literatura, tradiciones orales y el uso de las lenguas indígenas nacionales de las diversas regiones del país”. En esa legislación se reconoce que las 364 lenguas indígenas que se hablan en México son parte del patrimonio cultural y lingüístico nacional. Qué tanto la ley se está cumpliendo y qué tanto los medios están desempeñando un papel importante en ello es la pregunta que hoy debemos hacernos. Si tiene un comentario envíelo, por favor, a defensoriadellector@yahoo.com.mx

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