Imposible medir el desarrollo cultural sin proyectos definidos de largo plazo. Joaquín Ríos Martínez* La cultura es un concepto tan amplio como difícil de definir, ¿La cultura lo es todo? ¿Es la transformación que el ser humano genera a partir de la naturaleza, los usos y costumbres y las formas de organizarnos? ¿La cultura es algo que requiere del permiso del estado para ejercerse y requiere de un presupuesto para sobresalir? ¿La cultura avanza, eleva la calidad de vida en sociedad? Lo cierto es que la cultura no es un derecho consignado en la Constitución Política, ni en la del Estado de Puebla, por lo cual sólo se han creado leyes que reglamentan su acceso, disfrute, rescate y promoción, así como la capacidad de los pueblos indios a la libre determinación. El acceso a la cultura y la participación en ella, está sugerida en la Declaratoria Universal de los Derechos Humanos, y consignada en el Decreto de creación del Instituto Municipal de Arte y Cultura (2005), y en la Ley de Fomento a la Cultura del Estado de Puebla (1994), así como refrendada en el Plan Estatal de Desarrollo (2005-2011). ¿Se cumplen los artículos de estas leyes? Diversidad en las culturas A pesar de que el concepto de cultura puede alargarse a lo inmenso, Manuel Arias Leal, Subdirector de Identidad, capacitación y planeación del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) define en términos prácticos lo que el instituto pretende desde una visión humanista y antropológica al sentar las bases para la búsqueda de instrumentos de consulta e interlocución y, de propuesta de las comunidades artísticas. El IMACP se crea –entre otros- con el objetivo de dar impulso a los procesos humanos de creación y recreación de valores, creencias, artes y costumbres en al comunidad poblana, a través de la promoción y divulgación de su patrimonio cultural tangible e intangible. En un ejercicio de memoria Arias nos recuerda que en Sesión de Cabildo, del 24 de febrero de 2005, se aprueba la creación del Instituto Municipal de Arte y Cultura (decreto en el Periódico Oficial del 12 de diciembre de 2005), marcando en uno de sus considerando que “la formación del ser humano no sólo consiste en desarrollar sus habilidades físicas, sino también las cognoscitivas e intelectuales, constituyendo el fin para su realización integral como individuo que forma parte de la sociedad. En opinión de Manuel Arias, cuando se desarrollan políticas culturales de este tipo (para periodos de tres años) hay que pensar siempre, como una prioridad, en la libertad de creación y de prácticas culturales, para preservar, difundir y promover. Sin medida ni temor Añade que se requiere diseñar un documento en donde se aterrice la investigación de estudios socieconómicos básicos, una carta geográfica de lugares dentro del municipio en donde se reflejen las actividades artísticas, populares y otras y hasta los comportamientos de los públicos. Resumiendo, se necesitan de estas y otras respuestas para entonces poder medir si hay avances en la cultura de una ciudad, región o barrio. Por supuesto que el IMACP no partió desde cero en este sentido –asegura el funcionario cultural-, existen documentos, tesis, investigaciones y las mediciones mínimas que hicimos ya como instituto. El presupuesto previsto para ejercerse en el 2008 es de aproximadamente 16 millones de pesos, además de estar demandando el uno por ciento que la UNESCO propone como recomendación. Un presupuesto ideal, confirma Manuel Arias, es de 22 millones de pesos y se debe cuidar que el gasto administrativo no exceda del 50 por ciento de ese presupuesto. En nuestro caso –asegura el – el 47 por ciento es nómina y demás y el 53 por ciento para el desarrollo de las acciones. Otra tarea del instituto es la de ir sistematizando la información que obtienen para justificar el por qué y para qué, y mantener en constante revisión posprogramas que ejecuta, ya que para el entrevistado la cultura avanza y está viva, y no pueden ser los mismos por mucho tiempo. La cultura a las calles Más allá de las actividades masivas que organizan ciertas instituciones de gobierno, para Roberto Mendiola, director del Grupo Rodará y coorganizador del “Festival Internacional Rodará, de pantomima, Clown, danza y artes circenses” -por nueve años consecutivos-, la cultura está en el desarrollo personal, lleva a una búsqueda cada vez más creativa e innovadora y cambia totalmente a la persona. Rodará mantiene activos proyectos sociales de formación, desarrollo y promoción, en donde se comparten conocimientos con instructores internacionales que se contratan para sus talleres y seminarios. Realiza trabajo de presentaciones con grupos marginados y lanzan convocatorias abiertas. Impulsor de las Artes del Espectáculo en Puebla, Roberto Mendiola se pronuncia por llevar el arte a las calles, en donde el encuentro casual con el espectador causa una emoción y una expectativa distinta. El circo, los zancos, los malabares, el fuego, la mímica y más, tienen una marcada presencia en las calles de varios países del mundo recientemente, quienes las ven como las artes del futuro y a la calle como su foro natural. Las artes del circo son atrayentes para todo el público, ya sea infantil o adulto, la risa y el llanto no tienen nacionalidad y, el espectador descubre además de un dialogo una manera nueva de leer la vida. Desde la actuación del otro. Propuestas y soluciones Con un Festival Internacional de Artes circenses, Rodará hace una contribución enorme al desarrollo del nivel cultural de Puebla y a la organización independiente de artistas autogestivos. Valuado en 5 millones de pesos, el festival reúne a miles de personas en sus catorce días de funciones gratuitas, con actores de varias partes del mundo, Europa y América. Tenemos que revisar el rumbo de las políticas culturales y asegurar que el artista tenga trabajo todo el año, que el presupuesto no se concentre en un solo momento. Hay que ponderar que el trabajo debe ser permanente así como la capacitación, opina el también Mino. Como no tenemos que justificar nuestro trabajo ante nadie, Rodará hace lo que quiere desde hace diez años, y ese mismo tiempo ha hecho hincapié en que deben legislarse asuntos de la cultura local y hacer propuestas profesionales al Congreso del Estado en beneficio de la comunidad artística de Puebla. Hay que buscar un avance en la cultura del estado y en el desarrollo social. Informes del grupo en Rodara.com y al teléfono 2 46 57 42. La cultura a los originarios Un área de atención reciente en las leyes y declaratorias mundiales es la de Los pueblos indios con sus tradiciones, lenguas e idiosincrasia, y el replanteamiento de una institución federal, -en proceso de descentralización- la Dirección de Culturas Populares con su representación estatal que es la Unidad Regional de Culturas Populares e Indígenas de Puebla (URCPI), próxima a depender de la Secretaría de Cultura del Estado. Dicha unidad maneja un presupuesto de 290 mil pesos, con el que tienen que compartir los gastos administrativos y sus programas, como el Programa de Apoyo a la Cultura de Comunidades Municipales e Indígenas (PACMyC), El Programa de Culturas Indígenas, El Programa de Capacitación, con tan sólo nueve personas para cubrir los 217 municipios del estado. Hoy existen marcos normativos nacionales que miran de diversas formas las culturas urbanas y que prevén derechos culturales, educativos y lingüísticos de los pueblos indígenas. Para Gerardo Pérez Muñoz, jefe de la Unidad en Puebla creada en 1984, la cultura es en términos prácticos la producción material y simbólica de una comunidad en un determinado momento. Lo que se denomina el alma de las naciones. Y explicó que no se debe cometer el error de arrastrar la discusión que viene del siglo XVIII, época de la Ilustración, sobre la confusión de cultura y Bellas Artes. Una mejora en la calidad de vida es lo que genera el avance en la cultura, dice el también conductor del Taller de Legislación Cultural, la cultura te permite generar un pensamiento crítico de la sociedad en la cual vives y del ámbito en el que te desenvuelves. Indicadores sociales y económicos En términos de avance, un criterio además de los hábitos de consumo, son los indicadores económicos, y ejemplifica con el seis por ciento del Producto Interno Bruto que las industrias culturales le generan al país. Y hay que ver cuanto del gasto público programable se dedica al sector cultura, que por desgracia está muy lejos de lo recomendado por la UNESCO, que es del uno por ciento del Producto Interno Bruto. Otro punto de vista está en el enorme desface del dinero que va a la cultura y que es de aproximadamente ocho mil millones de pesos, y si a esto le aunamos el enorme atraso en materia de educación, tanto en inversión y nuevos modelos educativos, la cultura no avanza. La cultura para nosotros –en Culturas Populares e Indígenas- es dinámica y se recrea y es importante para nosotros respetar hasta donde la propia gente quiere conservar algo y para qué, y no lo vemos desde atrás de un escritorio. La participación de las personas y el respeto a su forma de pensar es fundamental para Pérez Muñoz cuando se crean política culturales de Estado. Así como urgente por necesario contar con una Ley General de Cultura, en donde puedan intervenir los tres niveles de gobierno. Necesidad de legislar la cultura Sin embargo el funcionario destaca como el paso más importante el que se integre a la Constitución Política el derecho a la cultura y su acceso a todos los mexicanos. Es necesario sumar esfuerzos pero siempre en torno a un proyecto de nación, porque la simple suma de instituciones y aparatos burocráticos no te asegura ningún resultado, y si la claridad de adónde queremos ir. Si queremos medir un avance –compartió- es necesario que estemos atentos a ver cuantos municipios, de los 217 que tiene Puebla, crean los Consejos Municipales de Cultura que se contemplan en el Plan de Desarrollo. Habría que poner los ojos en el Plan de Desarrollo que se tiene en la Secretaría de Cultura de Oaxaca por municipios y regiones. Publicado en el diario Síntesis el domingo 24 de febrero 2008.