Esta es la imagen de Códice Mendoza donde se representa el glifo de México en el centro del Anahuac

Esta es la imagen de Códice Mendoza donde se representa el glifo de México en el centro del Anahuac
El águila está sustentada en el nopal. La tuna, fruto del nopal, representa el corazón humano, y por lo tanto es una representación de la creencia azteca del sacrificio humano y ofrenda del corazón para garantizar el don de un nuevo día.

17 de marzo de 2008

¿Cultura en Puebla?

Formando Opinión: La Jornada de Oriente, 17 marzo 2008. Lesly Mellado May. Puebla, entre las entidades con equipamiento “deficiente” por el número de teatros. Puebla protagoniza una paradoja en el ámbito teatral. Mientras aquí se halla el teatro más antiguo del país, el Principal, actualmente el estado se ubica entre los que tienen deficiencias en equipamiento cultural, y un mayor número de habitantes por teatro. Así se registró en el “Diagnóstico de infraestructura cultural” realizado por el Sistema de Información Cultural (SIC) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta): “El equipamiento más bajo, correspondiente a las entidades que tienen más habitantes por teatro, lo registran el estado de México con 933 mil 833, Chiapas con 613 mil 351, Puebla con 489 mil 376 y Nayarit con 474 mil 842”. Si se analiza el número de teatros, Puebla no sale bien librado, pues apenas cuenta con 11, igual que Tabasco, y sólo supera a las siguientes entidades del país: Durango y San Luis Potosí que tienen 10 teatros; Campeche e Hidalgo, nueve; Oaxaca y Zacatecas, ocho; Chiapas Quintana Roo y Baja California Sur, siete; Tlaxcala, tres; y Nayarit, dos. El SIC tiene registrados 557 teatros en todo el país, incluyendo aquellos espacios escénicos que, independientemente de su denominación como foro o sala, están equipados técnicamente para ofrecer representaciones teatrales. Entre las entidades con mayor número de teatros destacan el Distrito Federal con 131, Tamaulipas con 24, Guanajuato, Guerrero y Nuevo León con 23 cada uno, y Baja California, Colima, Jalisco y Sonora con 21 cada uno. Puebla sale mal calificado si además se toma en cuenta el número de habitantes. De acuerdo al estudio del Conaculta, en México hay en promedio 185 mil 726 habitantes por teatro; cifra que coloca a Puebla lejos de la media nacional. De esta manera, el mejor equipamiento, que corresponde a un menor número de habitantes por teatro, lo tienen los estados de Colima con 27 mil 047, el Distrito Federal con 66 mil 572, Baja California Sur con 73 mil 167 y Campeche con 83 mil 859. Entre el equipamiento más bajo se cuenta Puebla, como se citó arriba. Las glorias de otros tiempos. De los 557 teatros registrados por el SIC en todo el país, dos fueron construidos en el siglo XVIII, 26 en el siglo XIX y cuatro durante la primera década del siglo XX; es decir que en 2010 México tendrá un total de 32 teatros con más de 100 años de haber sido inaugurados. Adicionalmente, existen 35 teatros con una antigüedad de entre 50 y 99 años. Guanajuato y Veracruz son los estados que tienen el mayor número de teatros históricos, cuatro cada uno, seguidos por San Luis Potosí que cuentan con tres. En Puebla, hay dos edificios teatrales históricos: el Principal, que data de 1761, y el Victoria, erigido en 1882 y que se encuentra en el municipio serrano de Teziutlán. De acuerdo al estudio del Conaculta: “El origen de los espacios teatrales en México se remonta a los primeros años posteriores a la Conquista y está relacionado con las celebraciones tanto cívicas como religiosas que se llevaron a cabo en la ciudad de México. Dichas representaciones se efectuaban dentro y fuera de la Catedral y en la Plaza Mayor (hoy zócalo). Hacia finales del siglo XVI, fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, frente a la abundancia y desorden de cantos y danzas indígenas al interior de los templos, prohibió tajantemente este tipo de representaciones, las cuales se desplazaron entonces a los atrios de los templos y calles aledañas. La actividad teatral fue muy intensa a lo largo de la época colonial y recibió apoyos económicos y estímulos por parte de las autoridades cívicas y religiosas; tanto que podemos suponer que el teatro fue la primera actividad artística apoyada económicamente a nivel oficial en nuestro país”. Si bien el primer teatro de la Nueva España se construyó en la hoy capital del país, este no logró conservarse: “A principios del siglo XVII comenzó a funcionar el Coliseo viejo, un espacio teatral ubicado en el patio del Hospital Real de Naturales (o de Indios). Estaba hecho con madera y otros materiales endebles, lo cual lo hacía vulnerable a incendios e inundaciones. De hecho, este espacio desapareció con la gran inundación que azotó a la ciudad de México en 1629. 10 años más tarde, en 1639, se construyó en el mismo sitio otro foro o casa de comedias, con un diseño del entonces maestro mayor de Catedral Juan Gómez de Trasmonte, quien se basó en un modelo diseñado por el sevillano Luis de Berrio. Su construcción concluyó en 1642”. “Este primer Coliseo de Comedias representa, por tanto, el punto de transición entre la tipología del corral y la del teatro de tipo italiano que ya había sido asimilada en España. Este teatro siguió funcionando hasta 1722, año en que un incendio lo destruyó por completo. Casi inmediatamente se volvió a reconstruir con los materiales rescatados del incendio en un terreno cercano al anterior, el cual tampoco duró mucho tiempo. Por fin, en 1725, se decidió construir un nuevo teatro o coliseo en un terreno más alejado del hospital para evitar molestias y peligros para los asistidos en esa institución. Este espacio tomó el nombre de Coliseo Nuevo y representó el espacio teatral más importante de la ciudad. Fue objeto de adaptaciones y restauraciones a lo largo de los años y en 1826 cambió su nombre por el de Teatro Principal, el cual funcionó hasta 1931, año en que otro voraz incendio lo borró del panorama urbano y teatral”. De esta manera, el Teatro Principal de Puebla se convirtió en el más antiguo del país: “Fue inaugurado en 1761 con la puesta en escena de Antes que todo es mi dama, a cargo de la Compañía de Rodrigo Suárez. En 1902 el inmueble fue dañado por un incendio y cerrado temporalmente. Más tarde fue remodelado y reinaugurado en 1940 con la presentación de la obra Quién te quiere a ti, a cargo de la Compañía de Isabelita Blanch”. “Posteriormente, el recinto fue restaurado por el arquitecto poblano Miguel Pavón Rivero y reinaugurado el 17 de noviembre de 1960 con la actuación de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Puebla, bajo la batuta del maestro Ildefonso Cedillo. Ulteriores obras de restauración del inmueble se llevaron a cabo, como la del año de 1995, cuando se colocó un falso plafón en el techo de la sala”. Por otro lado, el Teatro Victoria fue construido en 1882 por empresarios teziutecos. En 1928 fue adquirido por Luis Espinosa Iglesias, quien lo convirtió en el cine Variedades. Tras la muerte de Espinosa en 1993, el inmueble fue cerrado. El edificio fue donado al gobierno del estado y en 2006 el entonces edil de Teziutlán, Carlos Peredo, decidió reconstruirlo. Actualmente se encuentra funcionando. El Teatro Principal de Puebla se convirtió en el más antiguo del país: “Fue inaugurado en 1761 con la puesta en escena de Antes que todo es mi dama, a cargo de la Compañía de Rodrigo Suárez / Foto: Abraham Paredes / Archivo de La Jornada de Oriente

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es claro que nuestras autoridades de cultura en Puebla no piensan en la gente que requiere de teatros para alimentar su cultura, sino por lo contrario, en un teatro que hace de la cultura un espectáculo para clases privilegiadas, como lo ha sido la obra millonaria del teatro Siglo XXI, mientras que desmantelan el teatro de la Refórma. ¿acaso la maravillosa duela del interior y el bronce de la cubierta de dicho recinto quedarán el casa del secretario de cultura o del gobernador del estado?